Montaña tras montaña tras montaña en un canto visual de vértices, colores y cielo que inundan nuestra vista. El preludio comienza con veinte minutos de ruta desde Samaipata hasta la comunidad de Palermo, siguen quince más y un cartel sobre una reja nos anuncia el inicio y destino: “Refugio Codo de los Andes”. Ahora sí, arrancamos la caminata: son veinte minutos de subida ligera ma non troppo, a los que se suman unos veinte más de inclinación intermedia, ideal para que las almas de los amantes del trekking comiencen a despertar. De a poco, la vista se va abriendo, hasta que el vértigo de un horizonte acuchillado alrededor nuestro nos sentencia: “Acá inicia el codo”. La experiencia puede seguir con unas horas más de caminata, pero con tan solo cincuenta minutos desde el inicio ya tenemos esta vista. Al comenzar, la lógica parecía indicarnos que toda la tierra es igual, pero al llegar al codo tenemos la disposición perfecta –esa respiración al compás de un ritmo mántrico-reflexivo propio a las caminatas– para abrir la vista y descubrir que la luz toca en cada montaña un color distinto, y en cada formación una sinfonía de claroscuros. Cada tono, color y sus cambios arman un coro visual montañoso que literalmente echa por tierra cualquier lógica de homogeneidad, para abrir en su lugar un vivo ensayo de luz y color con la naturaleza como escenario.
¿DÓNDE?
Indicaciones: Dirigirse al municipio de Palermo por carretera 7, son 45 minutos en taxi desde Samaipata.
Contacto: Refugio Codo los Andes +59172694352
