Patrimonio bastante tangible del aroma y gusto a Santa Cruz.
En Santa Cruz el horneado no es una comida, no es una hora, es una institución, y es de las más sagradas, hermosas y deliciosas que se preservan en esta tierra. No hay mejor aroma y gusto que caracterice y describa a esta ciudad y Departamento que el “horneado”. Entiéndase por este a cuñapés, pan de arroz, masaco, tamales y el grandioso sonso, que son parte del léxico básico para entenderse con Santa Cruz. Ellos son también los testigos silenciosos de generaciones enteras que compartieron secretos, miradas y risas. A todo aquel que ose pensar que la combinación letal entre harinas, yuca, queso y plátano no es capaz de elevarse al mismísimo cielo de las delicias, le pedimos por favor que pruebe este patrimonio de la calidez camba en Mi Café. En este santuario que es la ultraesencia de lo típico y tradicional se resguarda el horneado como lo que es: un tesoro de la tradición cruceña.