Es una bella casualidad poética que la biodiversidad a nivel del suelo tenga por contraparte en el paisaje al cielo cruceño, ese mismo en el que las nubes se mueven y agitan como en ningún otro lugar. Lo cierto es que, desde el Mirador Amboró, ese cielo se puede admirar de manera majestuosa, al igual que la santa, verde tierra que lo insufla.
Después de un buen tramo de trekking por fin llegamos al Mirador Amboró. El espectáculo vale cien veces el agotamiento durante el recorrido porque ahora entendemos cabalmente que más que “un pulmón”, estamos delante de las entrañas verdes de Bolivia, que laten junto a nuestro corazón en este Parque Nacional. Esta enorme reserva respira tan fuerte que pareciera mover al mismísimo cielo. Con vista al Cerro Amboró –guardián e insignia de este Parque–, en su mirador homónimo uno siente las ganas de reforestar el mundo para que se extienda aquel paisaje sagrado. Para llegar hasta acá hay tours que se contratan desde la ciudad para los visitantes de paso. Y los locales pueden contactar a los guardaparques e iniciar el recorrido desde Buena Vista hasta los alrededores del área protegida: un cordón de pequeños establecimientos ecoturísticos. Todas las guías son excelentes e imprescindibles. La nuestra por el día fue fenomenal, incluyó piscinas naturales, trekkings hasta el Mirador –advertimos que tiene su grado de exigencia–, pero hay un sinfín de otros senderos y recorridos. El tiempo alrededor del área protegida puede variar, mas su guía no debe faltar pues, además de estupendos orientadores, estos guardaparques son los encargados de respetar y hacer respetar al área protegida. Son 630 000 hectáreas de Parque. Dimensionar la importancia y conservación de esta enorme diversidad de fauna y flora sin el contacto de la mano del hombre, que todo lo tiñe de ceniza y asfalto, no es nada menor. Esta abismal belleza verde nos inunda de ganas de vivir y también de preservar aquella vida y vista de la que somos testigos y que, por supuesto, peligra por la quema para cultivo ilegal y la caza furtiva. Es un orgullo, un placer y una hermosura ver el despliegue natural que hay en Bolivia, un cordón que señala el límite para que el mundo respire y lo siga haciendo en el futuro.
¿DÓNDE?
Dirección: Villa Amboró, 7CHJ+MQ8, La Cruz, Bolivia
Contacto: -Andreina Tola (Directora Área Protegida Parque Amboró) +591 77319270
-Willy (guía Villa Amboró) +591 62246135
