Café de la plaza 24 de septiembre

7

Estos uniformados de amarillo claro son un símbolo de la ciudad y de la auténtica vida cruceña que florece en esta plaza. Defensores de las grandes tradiciones, están siempre listos para combatir el pesado sueño que amenaza por la tarde. Es un hermoso (y estoico) misterio cómo están tan bien vestidos en días tan calurosos. Lo que queda claro es que no hay mejor paseo en esta histórica plaza que con un café en mano. Su sabor despierta el mismo gusto sin importar el tiempo. Un placer que no conoce de épocas y que guarda en su sabor, los pasos y recuerdos de infinidad de personas que atravesaron esta plaza, tantas alegrías de vidas y décadas. En estos termos también se guardan los recuerdos de los paseantes por venir.