Visitar Santa Cruz y no comer un buen churrasco es realmente imperdonable. Es como ir al santuario de Copacabana y almorzar una hamburguesa, o como ir a Lima y pasar de largo sin probar un buen ceviche, o como viajar a México DF y no dejarse inyectar por lo menos una vez la famosa vitamina T (tacos, tamales, tortillas) que hace tan felices a esos carnales. El asunto, puede hasta ser peor; llegar a Santa Cruz de la Sierra y comer un churrasco en el lugar equivocado, simplemente resulta incalificable.
En cuestión de parrilla, no hay cómo equivocarse. El Arriero Steakhouse es el lugar indicado para esos menesteres y que se puede visitar a ciegas, dejándose llevar solo por el olfato y luego dejándose convencer por un buen cuadril, un jugoso bife chorizo o un asado de tira que le hará prometer volver.
Visitar Santa Cruz y no ir a El Arriero es simplemente como haber perdido su tren o su vuelo. Usted nunca vino.