¿De qué mundo vienen estas construcciones? No se sabe. Con certeza vienen de alguno muy lejano. Probablemente alguna nave espacial en sus vueltas de reconocimiento busca estos faros que se abren paso con color en medio de los empolvados y curtidos colores de la ciudad más joven de Bolivia, para aterrizar en medio de sus iguales. El color estalla como un cohetillo, esa debe ser la señal. Vienen de un planeta clandestino, silenciado  y olvidado, por eso estallan cuando brotan en otros sistemas, como un recuerdo encendido de lo pacharaco. Son colores opacos que en sus frías crisálidas se transforman  para nacer de nuevo con una personalidad propia, entusiasta y misteriosamente melancólica.

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¿DÓNDE?

Ubicación: El Alto