En tiempos remotos, este fue un punto neurálgico que conectaba La Paz con una pujante red ferroviaria en épocas en que el estaño propulsaba los trenes. Esos tiempos y su red ferroviaria ya están extintos. De ellos quedan algunos vagones restaurados y una hermosa estación. Pero esta explanada, lejos de estar abandonada, es una nueva estación para un nuevo medio de transporte que conecta dos centros: La Paz y El Alto. A vuelo de pájaro, el teleférico anuncia otra economía, otro comercio y otro tiempo. Con sus ojos vemos un tiempo pasado reconstruido mientras nos alejamos con rumbo a la actualidad. En medio del caos paceño que rodea a la estación, acá curiosamente reinan una quietud y una tranquilidad poco usuales para la metrópoli paceña. Un espacio tan poco abarrotado de gente que parece una versión alternativa de La Paz. Pero no son la explanada, sus cafés y restaurantes los que colman de vida este punto, sino lo que encontramos al interior de la estación…

En la antigua estación de tren habita el Centro de la Revolución Cultural: uno de los mejores lugares de encuentro para el arte contemporáneo en la ciudad.

COMPARTIR

¿DÓNDE?

Dirección: Av. Perú y Atahualpa