Rellenos de papa

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Emiliana es la artífice y mensajera de esta alegría, su cordial y cálido trato es prueba inapelable de esta misteriosa felicidad.

No hay circunferencia que traiga más alegría y carne que esta. Nobles, tímidos y recatados por su envoltorio en papa, plátano o arroz, los rellenos son a la mañana lo que el sol a un día de playa. Alegría sin fin, capaz de despertar una sonrisa en el más parco de los funcionarios públicos que deja sin problema a veinte personas esperando mientras se come uno. Sin su redonda existencia, el centro paceño sería un caos de mal humor. En lugar del radio de su circunferencia, debería ser seriamente estudiado como antidepresivo de altura, pues en la cohesión de su proteína y carbohidrato se une también todo el tejido social paceño. Alegría para grandes y chicos, para privados y públicos, para transeúntes y transportistas que suelen comunicarse con gruñidos, pero sobre todo para gente que aún cree en el caos alegre en esta ciudad. 



¿DÓNDE?

Ubicación: Av. Mariscal Santa Cruz, casi esquina Socabaya
Hora sugerida: de 7 a 11 de la mañana