Teleférico

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Una ciudad con una geografía tan singular como imposible, por fin tiene un medio de transporte ideal para su altura, para observarla desde todos sus ángulos, para tener una mirada panorámica tan amplia como surreal. El viaje en teleférico, de punta a punta, contiene las mejores vistas que hay de la ciudad y conforma su retrato más justo

Arriba, abajo, al Centro y al Alto; a través suyo, La Paz y El Alto se muestran como nunca fueron vistos.

¿Cuál es la sensación de viajar en teleférico por La Paz? La de habitar el interior de un cóndor eléctrico, cuyos ojos panorámicos nos regalan unas vistas imposibles de la ciudad. Un espectáculo visual ininterrumpido que no tiene comparación. La ciudad es visible desde un mirador móvil, desde una toma aérea sin fin, desde una postal en movimiento. A esta altura, La Paz se deja ver con toda su vida interior abierta: con sus antiguos cementerios, su perpetuo tráfico citadino, sus barrios populares y también los más residenciales. El teleférico lo ve todo, cada altura y cada perfil de la ciudad. Su ritmo constante, tranquilo y armonioso, no se detiene ante ningún conflicto o detalle urbano, pero los observa todos. El teleférico no solo es el medio de transporte más cómodo y con mejor vista, elevando nuestra calidad de viaje sin comparación alguna, sino que además conecta este gran mapa urbano haciendo de él un espectáculo.