Museo de Etnografía y folklore

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Con más de 33 000 bienes culturales y 280 000 bienes documentales. En sus salas encontramos una diversidad de prácticas (arte del tejido, historia de la vestimenta, maderería, cestería, utilización de piedras y metales, arte plumífero y numismática forman parte de la colección permanente), pero, como dijimos, la colección no lo es todo…

Es reconocido a nivel internacional no solo por su amplia colección sino –y sobre todo– por el uso de nuevos y propios paradigmas para exhibirla.

Crianza mutua
Desde 2013, la dirección del museo trabajó para armar un gran recorrido por esas majestuosas salas. A través de él, no solo entendemos mejor cómo y dónde se elaboran los objetos de la muestra, sino algo más cercano y propio: nos acerca a la práctica. Acá, los objetos no solo revelan los significados y las relaciones sociales que los contienen, sino algo más: su existencia manifiesta una relación armónica y horizontal entre la naturaleza (vegetal, mineral, animal) y el ser humano. En esa relación hay un cuidado mutuo entre las partes, esto se denomina “crianza mutua” o Yanak Uywaña. El ser humano cuida y elabora estos materiales al producir objetos, pero ellos a su vez cuidan de él cuando se utilizan. ¿O no nos abrigan las plantas y los auquénidos a través del tejido? ¿O no nos permite tomar sopita la tierra por medio de la cerámica? La naturaleza y sus producciones permiten a las personas sentir y pensar distinto. La intención del museo es que el espectador pueda reconocerse a sí mismo (volver a pensar y sentir) al acercarse a estas prácticas.



¿DÓNDE?

Dirección: Centro, calle Ingavi esq. Genaro Sanginez