Si Yapa quiere decir “tomá un extra”, acá significa material de primera, trato justo, respeto por la naturaleza y diseño propio, jovial, fresco y sustentable. Todo esto con un acabado de primera. Bastante yapa tenemos para estas lindas y selectas prendas, que se pasean dentro y fuera de Bolivia con una producción que desde 2018 no para de crecer.
Yapa quiere decir dar algo más, pero acá significa mucho más.
Si le preguntamos a una alpaca por el frío del altiplano, seguro nos mira con sosegada indiferencia y se va a pastear por el solsito. Y sin embargo, cada vez que dócilmente entrega las partes más suaves y finas de su pelaje, esas que denominamos baby alpaca, nos cuenta y nos cuida del frío con ese acto. Y cada vez que hay un trato justo con los artesanos que venden su lana, se honra ese cuidado, se lo reconoce. Y cada vez que se arman diseños modernos, frescos aptos para todo público, se muestra estar a la altura de esa lana, y por último cada vez que las prendas abrigan a las personas que las usan en La Paz, en Nueva York o en París, se lleva ese cuidado a otra altura más: la del mercado internacional, demostrando que Bolivia está a su nivel porque no solo produce con calidad sino también con respeto por la naturaleza y por el trabajo artesanal. En Yapa, una prenda cuidada es una prenda hecha con amor y honrando ese cariño. Esa es la verdadera altura de Yapa
