Como en La Paz se idolatra a la salteña, la tucumana nunca la ha tenido fácil a la hora de conquistar aliados, sin embargo con paciencia, con sabor y con esmero se fue ganando su lugar en el paladar de la ciudad. Para empezar se quedó en la calle, cuando la salteña pasó a ser un negocio masivo aunque todavía presente en algunas esquina. Esto hace que mucha gente la coma al paso, no como la salteña que necesita de un plan más elaborado. Sin embargo lo que verdaderamente la diferenció de las salteñas fueron las salsas, y la posibilidad de combinarlas en distintos bocados. Por eso mucha gente tiene  una rutina de salsas, y sabe qué bocado debe combinar con cada una de ellas. La más importante, la aliada verdadera de la Tucumana, es la salsa de maní y aji amarillo. Un manjar paceño.

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¿DÓNDE?

Ubicación: Tacumanas Tochi. Av. Arce, Edif. Santa Isabel, planta baja.