¿O cuál es la verdadera altura de La Paz?
Cosmopolita y con aires de nueva altura que solo se respiran a este nivel del mar, esta es la sensación (y confieso, orgullo) que uno siente cuando entra al MET. Acá, La Paz es re-fundada como capital mundial. La arquitectura, los interiores, los detalles, la vista, la orientación del sol y por fin la colección más grande de singanis del mundo que hay hasta la fecha. De lo majestuoso al mínimo detalle, MET lo abarca todo, con un gusto único. Y como si fuera poco: al fin el arte contemporáneo tiene un nuevo espacio a su altura. Acá, los artistas –exportadores que sellan en grande el nombre de Bolivia afuera– se suman a la lista de gastrónomos y nuevos emprendedores para garantizar que el apelativo (arte, cocina y cultura) “joven” no solo ha alcanzado gran calidad, sino que ahora es sinónimo de un nuevo estándar, y en algunos casos llega a alturas insospechadas para otros tiempos. La apuesta y elocuencia de MET es abrir el paisaje (literalmente, dar la altura necesaria para ver mejor esta La Paz), pues entiende del nuevo estándar porque es parte de esta nueva generación y apuesta a ella. MET es la nueva vara. Es el espacio del confort, y también de la nueva La Paz que mira, crea, siente y sienta un precedente como nunca antes. A esta altura está el MET.
