Hay cosas que con el tiempo sí cambian, se ponen mejor

Es un peligro conjurar el nombre de esta marca porque automáticamente los mejores yogures, y sobre todo los mejores quesos, vienen a la mente y presionan al paladar para materializar la textura y el sabor que sus nombres invocan. Así es, el paladar si tiene memoria y no miente, porque Flor de Leche lleva décadas elaborando los productos lácteos más finos y ricos de la ciudad. Pronunciar el nombre de sus quesos es tentarse con la mejor fondue, tabla de quesos o raclette que se pueda imaginar. A imagen y semejanza de sus productos se ha consolidado su restaurante homónimo. Localizado junto a su fábrica en Achocalla, “todos los platos que quiso hacer con queso” parece ser la consigna de este recinto. Pero lo asombroso no es la consigna sino el estándar de los platos, llevados al mismo nivel que sus productos. Si bien el restaurante ya tiene su tiempo, la carta no deja de crecer y mejorar.

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¿DÓNDE?

Dirección: Achocalla, calle 4 de Abril No 8, Zona Sojsaña (desvío del camino El Alto – Mallasilla por pasaje de ingreso a Flor de Leche)