Dicen que el pelador de naranja se inventó en Bolivia, otras versiones dicen que es una adaptación de la peladora de manzanas inventada por Eli Whitney en Estados Unidos. Sea como fuere lo cierto es que aunque la peladora no sea de aquí tiene pinta paceña. A todas luces es un artefacto que combina con la ciudad, acompañado de un carro se convierte en un refrescante oasis en medio de las más concurridas calles. El diseño dinámico de este carrito le permite instalarse en cualquier esquina sin ocupar siquiera espacio. Están en el lugar perfecto para ser encontradas por los más sedientos caminantes. Lo único que se debe recordar es que la yapa es sagrada. Y si uno no la pide, corre el riesgo de que la casera lo trate con indiferencia.

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¿DÓNDE?

Ubicación: Av. Montes esquina Sagárnaga